Yo, la miraba en la distancia y desde cerca, la vi tan llena de cosas por dentro, allí con tanta gente comprendí que se sentía tan sola, a veces se daba la vuelta y me miraba coqueta, sabiéndose observada. Podía sentir desde lejos lo suave que era su espalda desnuda y me daba envidia de su pelo que le acariciaba, a ella le gustó mi playa.
A mi me gustó tenerla allí.
Aun a veces cierro los ojos y